Por: Rafael Cerame
El próximo domingo 7 de febrero se efectuarán las elecciones presidenciales en Ecuador. Previamente, durante la pandemia, en el hemisferio americano se han celebrado eventos electorales en República Dominicana, Bolivia y los Estados Unidos.
En todos esos países el resultado electoral no ha favorecido al gobernante, ya sea porque este haya buscado la reelección, o por el fracaso de la candidatura presidencial del candidato “oficialista”; siendo la única excepción, Puerto Rico (territorio de los Estados Unidos), dónde el candidato a la gobernación presentado por el partido en el poder logró prevalecer en las elecciones.
La tendencia hasta el momento demuestra que la crisis provocada por la pandemia del Covid-19 afecta a los candidatos oficialistas en las elecciones.
En el caso de Ecuador, tuve la oportunidad de conocer sus procesos electorales, ya qué, para las elecciones presidenciales del año 2013, fui uno de los integrantes de la Misión de Observación enviada a ese país por la Organización de Estados Americanos (OEA).
En esta ocasión las encuestas señalan a Guillermo Lasso, candidato de la Alianza CREO-PSC, y al candidato de la Unión por la Esperanza, Andrés Arauz, como los dos contendientes con mayores posibilidades de disputarse la presidencia de Ecuador en una segunda vuelta, que se efectuaría el 11 de abril.
Resumiendo lo que ha sido el desarrollo de la campaña hasta llegar a escasos 6 días del evento electoral, se pudiera concluir que la candidatura de Guillermo Lasso inició con mayores expectativas de las que tiene cerrando el proceso; mientras que la candidatura de Andrés Arauz, apadrinado desde el exilio por Rafael Correa, viene de menos a más, aumentando dramáticamente sus posibilidades.
Andrés David Arauz Galarza es un economista de 35 años de edad, que formó parte de la Administración del gobierno de Rafael Correa. Llama la atención, qué, teniendo un nivel de reconocimiento público limitado, se encuentre figurando en las principales encuestas con posibilidades de clasificar a una segunda vuelta electoral.
Sin duda, Arauz navega en la flota electoral de Rafael Correa, un ex presidente que fue convicto por actos de corrupción relacionados al caso Odebrecht, y quien, para evadir la justicia de Ecuador, se mantiene residiendo con su familia en Bélgica.
Por otra parte, Guillermo Lasso, un reconocido empresario de 65 años de edad, en su tercer intento consecutivo por lograr la presidencia, inició su campaña proyectándose como el candidato de un frente multi-sectorial, capaz de ganar las elecciones en una primera vuelta.
Su campaña recurrió al superficial y políticamente agotado mensaje del “cambio”, eslogan qué, si no viene acompañado de propuestas con un contenido de impacto y una campaña que inspire la movilización electoral, lucirá como más de lo mismo en una sociedad que busca opciones innovadoras.
La realidad es que Guillermo Lasso, con sus defectos y virtudes como candidato político, cuenta con las condiciones, experiencia y capacidad para ser un buen presidente, y, sobre todo, para evitar que Ecuador tome un peligroso camino que los lleve a sufrir la desgracia que hoy se vive en Venezuela.
La campaña de Lasso debe reinventarse para lograr cerrar el proceso electoral con emotividad; creando conciencia del peligro que acecha al país si los ecuatorianos optaran por retornar a la política gubernamental de Rafael Correa.
Para lograr ese objetivo, el candidato Guillermo Lasso necesita, ya sea para cerrar la actual campaña, como en el desarrollo de la misma durante una posible segunda vuelta electoral, crear una especie de “coalición por la democracia”, en la que converjan figuras de respeto en la sociedad ecuatoriana, entre ellas, Rodrigo Borja Cevallos, Luis Oswaldo Hurtado y Jaime Nebot, junto a nuevos líderes, como Otto Ramón Sonnenholzner, entre otros, pidiendo de manera coordinada, más que un voto para Lasso, un voto para salvar a Ecuador de un salto al vacío.
La tendencia y el factor tiempo parecen favorecer al joven candidato Andrés Arauz. Su padrino político, Rafael Correa, ha sido vital en lo concerniente a proveerle una estructura política desde donde crecer. Sin embargo, en la medida que la campaña de Lasso logre conformar un frente por la democracia, utilizando los argumentos correctos y los portavoces adecuados, Correa se pudiera convertir en el principal obstáculo para la campaña de Arauz.
El reloj se mueve en contra de Lasso, quien, irónicamente, debe aplicar a su entorno de estrategas el “cambio” de manera urgente…
Nuestros mejores deseos para el pueblo de Ecuador.
Viva el Pueblo hermano del Ecuador y el retorno de Rafael Correa.
No pierden ni haciendo trampa.
La patria grande no es un sueño, es una realidad.
Fuera los traidores y vasallos.
No podrán con la fuerza y emancipación de los pueblos.
Agradecido por su lectura y comentarios.
saludos,
RC
El resultado electoral confirmó el rumbo que el pueblo ecuatoriano determinó emprender, en un proceso democrático, aceptado por la inmensa mayoría de sus ciudadanos. Exito al nuevo presidente Lasso y a todo el pueblo ecuatoriano.
RC
Gracias por tu aportación. Feliz semana.
Agradecido por su lectura.
RC